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Ecologismo Sostenibilidad

Urbanismo sostenible

Vanessa Abajas 2023-10-11


Actualmente, más del 50% de la población humana vive en zonas urbanas, y la tendencia es que este porcentaje vaya en aumento.

Las áreas urbanas son una de las principales responsables de los problemas medioambientales que amenazan la tierra. Las ciudades contribuyen de forma considerable a la contaminación global y utilizan recursos en exceso. Por lo tanto, es necesario abordar estos problemas desde el mismo diseño de las ciudades.

Un poco de historia

Los primeros indicios documentados de la preocupación por la relación entre el ámbito natural y el artificial aparecen en las primeras ciudades romanas, como la de Timgad en el 100 d.C.

Los planteamientos del urbanista Vitruvio se mantuvieron sin grandes cambios durante dos milenios.

En el siglo XIX, la vida en las ciudades era de extrema insalubridad. La tendencia en aquel entonces era la de incorporar verde a las ciudades. Como ejemplo, el Plan de Reforma y Ensanche de Barcelona (Eixample), del ingeniero Ildefons Cerdà.

Durante la época del Movimiento Moderno, los urbanistas continuaron considerando que la naturaleza tenía la función de proporcionar el bienestar a los habitantes de la ciudad y la incorporaron a los diseños. Un ejemplo es la ciudad de Chandigarh, en la India, diseñada por el arquitecto Le Corbusier.

También se interesaron por el tema del asoleo y la ventilación natural, pero en ningún momento les preocupaba el agotamiento de los recursos.

Durante la década de los 50 y principios de los 60 se investigaron fuentes alternativas a las energías fósiles, como la energía solar, térmica, eólica, de las mareas u otros tipos de energías renovables. La fe en la tecnología no había hecho cambiar el enfoque de que la naturaleza podía ser explotada y utilizada en beneficio humano.

Fue a final de los 60 y principios de los 70, coincidiendo con el movimiento hippy, que comenzó un retorno a lo natural, inspirándose en las culturas orientales que encontraban esencial la armonía con la naturaleza para el bienestar humano.

La crisis del petróleo de los 70 hizo aumentar la preocupación sobre las fuentes energéticas entre los políticos y la sociedad en general. Se empezó a usar masivamente la palabra “ecología” en los medios de comunicación, lo que sirvió para concienciar a la población sobre la fragilidad del planeta Tierra. Paolo Soleri acuñó el término “arcología” (arquitectura+ecología) e inició la construcción de una comunidad solar libre de coches en Arizona (Estados Unidos), inspirándose en la arquitectura local tradicional de ciudades en el desierto.

El auge económico de los años 80 enfrentó el consumismo disparatado, a expensas de la naturaleza, con los ambientalistas, que ya eran bien conocidos (Jaques Cousteau, Greenpeace, la World Wild Life Fund WWL, etc.).

La primera cumbre mundial del medioambiente fue en el año 1992, en Rio de Janeiro, donde se reunieron 172 países. Fue entonces cuando el término “sostenibilidad” se extendió por todo el mundo. El punto de vista por fin cambió: la salud de la naturaleza pasaba a ser considerada como esencial para la humanidad.

A partir de este punto, empezó a considerarse el impacto de las ciudades sobre el entorno natural.

La actualidad

La tecnología ha permitido hacer un uso más racional de las fuentes de energía renovables y no renovables y ha servido para estudiar sistemas más eficientes de reciclaje, el recurso a fuentes alternativas de energía o, incluso, la creación de microclimas.

La definición original de la sostenibilidad de 1987 dice que “el desarrollo sostenible satisface las necesidades de la generación actual, sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas propias”. Para abordar este tema, se define el capital a transferir de generación en generación. Este capital cuenta con tres componentes: el artificial (edificios e infraestructuras), el humano (ciencia y conocimientos), y el natural (aire puro, agua pura, diversidad biológica).

El ecourbanismo define el desarrollo de comunidades humanas sostenibles. Esta nueva disciplina articula las múltiples variables del diseño urbano, propiciando una visión integrada en la que acomoda las actividades humanas en un entorno cada vez más deteriorado.

En la década de los 90 se presentan multitud de proyectos innovadores alrededor del mundo. Los grandes temas que preocupaban a los urbanistas desde entonces son: movilidad, recursos, participación, comunidad, ecoresorts, revitalización y telepueblos.

  • Movilidad

El vehículo privado provoca contaminación y congestión. Las nuevas propuestas dan preferencia al transporte colectivo, la bicicleta y el peatón. Las estrategias se basan en tejidos urbanos compactos con agrupación de usos (trabajo, vivienda, aprendizaje, consumo y ocio situados a poca distancia). El transporte colectivo solamente se justifica con una densidad de población suficientemente alta.

  • Recursos

Los proyectos priorizan la elección de materiales ecológicos y reutilizables o reciclables, hasta llegar a un análisis del ciclo de vida del edificio.

Hasta ahora, los esfuerzos por reducir el consumo energético o para dirigirlo hacia fuentes de energía renovables se habían centrado básicamente en la escala del edificio (ventilación, orientación, aislamiento, paneles solares, etc.) dejando la escala urbana bastante relegada y perdiendo la posibilidad de ahorros energéticos a gran escala.

Los nuevos proyectos intentan optimizar el ciclo del agua y tocan temas como la segregación en aguas negras y grises, recogida y utilización de aguas pluviales, retención de aguas de escorrentía de las tormentas o la reposición del nivel freático.

  • Participación

Los futuros habitantes podrán participar en el diseño de los edificios que habitarán. Pueden llegar a diseñar y construir sus propios hábitats.

  • Comunidad

Los proyectos ponen especial énfasis en la creación de tejidos urbanos que apoyen, fomenten y nutran los lazos sociales, y favorezcan y estimulen la interacción entre las personas. En ellos se presta especial atención a los espacios públicos.

  • Ecoresorts

Urbanizaciones turísticas que tienen en cuenta temas ecológicos.

  • Revitalización

Restauración de zonas urbanas degradadas.

  • Telepueblos

Las nuevas tecnologías de la telecomunicación han permitido nuevos modos de trabajo, educación y ocio no vinculados al desplazamiento físico. Se han desarrollado comunidades enteras en torno a telecentros de nueva creación ubicados fuera de las grandes áreas metropolitanas.


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